El poder del sueño: Claves para un descanso infantil óptimo

El sueño es una necesidad biológica fundamental para todos los seres humanos, pero su importancia se magnifica exponencialmente en el desarrollo de los niños. Lejos de ser un mero período de inactividad, el sueño en la infancia es un proceso altamente dinámico durante el cual ocurren innumerables funciones vitales para el crecimiento físico, cognitivo y emocional. Privar a un niño de un sueño óptimo es como construir una casa sin cimientos sólidos; eventualmente, la estructura mostrará deficiencias. Es imperativo que padres, cuidadores y educadores comprendan la relevancia de un descanso adecuado para asegurar el bienestar y el desarrollo integral de los más pequeños.

Beneficios del sueño óptimo en la infancia

Los beneficios de un sueño de calidad en los niños son extensos y se manifiestan en múltiples áreas de su vida.

  • Desarrollo cognitivo y aprendizaje. Durante el sueño, especialmente en las fases de sueño profundo y REM (Rapid Eye Movement), el cerebro infantil consolida la información adquirida durante el día, fortalece las conexiones neuronales y organiza los recuerdos. Un estudio publicado en la revista Pediatrics por Mindell et al. (2010), destacó que los niños con patrones de sueño irregulares o insuficientes presentaban un rendimiento académico inferior, dificultades en la atención y la memoria, y menor capacidad para resolver problemas. La privación de sueño afecta directamente la función ejecutiva, que incluye la planificación, la flexibilidad cognitiva y el autocontrol, habilidades cruciales para el éxito escolar y social.
  • Crecimiento físico y salud inmunológica. Disfrutar de un sueño profundo, favorece la secreción de la hormona del crecimiento. Por lo tanto, un descanso insuficiente puede impactar negativamente el crecimiento lineal de los niños. Además, el sistema inmunológico se fortalece durante el sueño. La investigación de Cohen et al. (2009), ha demostrado que los niños que no duermen lo suficiente son más susceptibles a infecciones virales, como resfriados y gripe, y pueden tener una respuesta menos efectiva a las vacunas.
  • Regulación emocional y comportamiento. El sueño juega un papel fundamental en la regulación de las emociones. Los niños que duermen mal tienden a ser más irritables, impulsivos, ansiosos y propensos a cambios de humor. Pueden manifestar más problemas de comportamiento, como la hiperactividad y la agresión. El Dr. Rafael del Río (2018), reconocido neuropediatra, enfatiza que el sueño es el gran modulador del humor y la conducta infantil. La falta de sueño puede dificultar que los niños procesen adecuadamente las experiencias emocionales y regulen sus respuestas, lo que a menudo se traduce en rabietas frecuentes y dificultades para gestionar la frustración.
  • Salud mental. La relación entre el sueño y la salud mental es bidireccional. La falta crónica de sueño en la infancia ha sido asociada con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) en etapas posteriores de la vida. Un estudio de Gregory y Sadeh (2012), subraya que los problemas de sueño pueden ser tanto un síntoma como un factor contribuyente a las dificultades de salud mental en los niños y adolescentes.
  • Prevención de la obesidad. Varios estudios han encontrado una correlación significativa entre la duración del sueño y el riesgo de obesidad infantil. La privación de sueño puede alterar las hormonas que regulan el apetito, como la leptina, que se encarga de suprimir el apetito, y la grelina que, en este caso, lo estimula. Esto puede llevar al niño a experimentar un aumento del apetito y antojos de alimentos poco saludables. Además, Lumeng et al. (2012) indica que los niños cansados pueden tener menos energía para la actividad física, contribuyendo así al aumento de peso.

Tips para lograr un descanso infantil óptimo

Lograr que los niños disfruten de un sueño de calidad requiere de un enfoque consistente y la creación de un ambiente propicio. Es por ello que, la Doctora Elizabeth Napolitano ha dado a conocer algunos tips fundamentales.

  • Hacer ejercicio regular. La actividad física regular, de preferencia durante el día, puede ayudar a los niños a conciliar el sueño con más facilidad por la noche. Sin embargo, es importante evitar el ejercicio intenso justo antes de acostarse, ya que puede ser estimulante.
  • Ambiente del dormitorio adecuado. El dormitorio debe ser un santuario para el sueño. Esto puede implicar el mantenerlo oscuro y silencioso. Las cortinas opacas pueden ayudar a bloquear la luz exterior, especialmente en las mañanas, y así garantizar la generación de la melatonina. Asegurarse de que el colchón y la almohada sean cómodos y adecuados para la edad del niño también es importante.
  • Establecer una rutina. La consistencia es clave. Acostar y levantar a los niños a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular su reloj biológico. Esto se conoce como el ritmo circadiano.
  • Limitar el uso de pantallas antes de acostarse. La luz azul emitida por tablets, teléfonos inteligentes, televisores y computadoras interfiere con la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Se recomienda que los niños eviten el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir.
  • Una dieta equilibrada. Evitar las bebidas con cafeína, tales como, refrescos y chocolate, así como los alimentos azucarados, especialmente en las horas previas a la cama, puede mejorar la calidad del sueño. Una cena ligera y equilibrada es preferible a una comida pesada.
  • Evitar siestas prolongadas. En muchos hogares acostumbran que los niños tomen una siesta en horas de la tarde. Esto es perfecto, para ayudar en el desarrollo del niño y su bienestar, y es un buen complemento para el descanso nocturno, sin embargo, estas siestas no deben ser muy prolongadas, o podrías descontrolar su rutina de sueño nocturno.

El sueño no es un lujo, sino una necesidad imperativa para el desarrollo saludable de los niños. Invertir en un sueño óptimo para nuestros hijos es invertir en su salud, su felicidad, su rendimiento académico y su bienestar general. Al comprender los profundos beneficios del descanso adecuado y al implementar estrategias consistentes para fomentar buenos hábitos de sueño, podemos sentar las bases para que los niños crezcan como individuos resilientes, con una mente ágil y un cuerpo fuerte, preparados para enfrentar los desafíos y aprovechar al máximo su potencial. Proporcionar un sueño de calidad a los niños es, sin duda, uno de los regalos más valiosos que podemos ofrecerles.

 

Fuentes:

  • Cohen, S., et al. (2009). Sleep Habits and Susceptibility to the Common Cold. Archives of Internal Medicine, 169(1), 62-67.
  • Del Río, R. (2018). El gran modulador del humor y la conducta infantil. Conferencia sobre sueño infantil.
  • Gregory, A. M., & Sadeh, A. (2012). Annual Research Review: Sleep problems in childhood psychiatric disorders—a review of the latest findings and future directions. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 53(4), 329-349.
  • Lumeng, J. C., et al. (2012). Sleep Duration and Childhood Obesity. Current Obesity Reports, 1(2), 108-115.
  • Mindell, J. A., et al. (2010). Behavioral Interventions for Infant and Toddler Sleep Problems: A Review. Pediatrics, 126(6), 1184-1196.

20 de Enero día del Pediatra en Venezuela: Promover el deporte en nuestros niños durante la era digital, un reto para la pediatría venezolana.

El pediatra es el especialista que se dedica a promover el desarrollo saludable de los pequeños, desde su nacimiento hasta la adolescencia. Para muchos, los pediatras son los guardianes de la infancia, quienes se encargan de vigilar su crecimiento, ofreciendo consejos sobre nutrición y seguridad, y brindando atención médica especializada para garantizar que los niños alcancen su máximo potencial. Su compromiso con la salud infantil es fundamental para construir un futuro más sano y feliz para las nuevas generaciones.

 

Un llamado a la acción en el Día del Pediatra

 

Como pediatra especializada en medicina deportiva, La Dra Elizabeth Napolitano acompaña a los niños en una de las etapas más importantes de su desarrollo: la infancia, en este sentido nos comenta que “en los últimos años, he notado un cambio significativo en la salud de mis pequeños pacientes. La irrupción de la tecnología en nuestras vidas ha traído consigo una serie de beneficios innegables, pero también ha generado nuevos desafíos que están poniendo en riesgo el bienestar físico y mental de nuestros niños”.

 

El impacto de la tecnología en la evolución de la salud infantil

 

La exposición prolongada a pantallas, tales como, teléfonos móviles, tabletas y computadoras, está asociada a una serie de problemas de salud en niños y adolescentes, entre los que destacan:

 

  • Trastornos del sueño. La luz azul emitida por las pantallas suprime la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, como lo demuestran estudios como el de Rojas et al. (2022). Esta alteración del ritmo circadiano dificulta la conciliación del sueño y puede llevar a problemas de atención durante el día.
  • Problemas de visión. El uso excesivo de dispositivos electrónicos se ha vinculado a un aumento en la prevalencia de miopía en niños y adolescentes, según estudios como el de Morgan et al. (2012). La fatiga visual, el ojo seco y otros problemas oculares también son comunes.
  • Obesidad. El sedentarismo asociado al uso de pantallas, sumado a una dieta poco saludable, es un factor de riesgo importante para la obesidad infantil, como lo explica García (2019) en su investigación, donde demuestra la relación que existe entre el excesivo tiempo de pantalla y el índice de masa corporal.
  • Problemas de atención y aprendizaje. Estudios como el de Campos, Y. et al. (2017) sugieren que el uso excesivo de medios digitales puede interferir con la atención, la memoria, el rendimiento académico en niños, así como su evolución en el desarrollo del lenguaje. La multitarea y la constante estimulación sensorial pueden dificultar la concentración y el aprendizaje profundo.
  • Problemas de salud mental. La exposición a contenidos violentos, el ciberacoso y la comparación social en las redes sociales pueden aumentar el riesgo de depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento en adolescentes. Fung et al. (2020) dio a conocer el impacto negativo de la exposición excesiva ante las pantallas respecto a la salud, destacando entre estos, lo relacionado con la salud mental y la estabilidad emocional. En este mismo orden de ideas, León (2022), hace referencia al excesivo uso de las redes sociales, específicamente TikTok, calificándola como un arma de doble filo, porque pueden provocar un gran daño psicológico en sus usuarios, por la manera como exponen y humillan a algunos usuarios, llevándolos incluso, al suicidio.

 

El deporte y su importancia para la salud infantil

 

En este sentido la Dra Napolitano explica que un pilar fundamental para controlar los efectos negativos del uso de las tecnología por parte de niños y adolescentes es la práctica deportiva, “en primer lugar el tiempo que se dedica al deporte es menos tiempo frente a una pantalla, pero además el deporte es un pilar fundamental para el desarrollo integral de los niños, porque su práctica regular no solo favorece el crecimiento y fortalecimiento de huesos y músculos, sino que también contribuye a mejorar la salud cardiovascular y pulmonar, ayudando a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares, cada vez más frecuentes en la infancia”.

 

Añade la doctora Elizabeth que “más allá de los beneficios físicos, el deporte también tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. La práctica deportiva promueve la coordinación, el equilibrio y la agilidad, estimulando el desarrollo del cerebro. Asimismo, fomenta valores como el trabajo en equipo, el respeto, la disciplina y la perseverancia, lo que contribuye a una mejor adaptación social y emocional”.

 

El deporte también es una excelente herramienta para combatir el estrés y la ansiedad, convirtiéndose en un factor valioso en el fortalecimiento de la autoestima y el bienestar general de los niños.

 

Recomendaciones para padres y educadores

 

Los padres son los primeros educadores y modelos a seguir de los niños, transmitiendo valores, normas y afectos que sentarán las bases de su personalidad. Por otra parte, los maestros complementan esta labor, proporcionando conocimientos, habilidades y herramientas para que los niños puedan desenvolverse en el mundo.

 

La colaboración entre ambos es esencial para crear un ambiente enriquecedor que fomente el crecimiento físico, cognitivo, social y emocional de nuestros niños, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida, así que esta lucha contra los efectos negativos de la sobreexposición de los niños ante las pantallas, existen algunas recomendaciones:

 

  • Limitar el tiempo de pantalla. Establezcan límites claros para el uso de dispositivos electrónicos y creen rutinas que promuevan la actividad física y el juego al aire libre.
  • Fomentar la actividad física. Animen a sus hijos a practicar deportes y actividades físicas que les gusten.
  • Ser un modelo a seguir. Los padres deben ser un ejemplo para sus hijos y limitar su propio uso de dispositivos electrónicos.
  • Buscar ayuda profesional. Si observan cambios en el comportamiento o el estado de ánimo de sus hijos, no duden en consultar a un pediatra o a un profesional de la salud mental.

 

En este Día del Pediatra, la Dra Napolitano hace un llamado a la reflexión sobre los desafíos que enfrentamos en la atención a la salud infantil. La tecnología es una herramienta poderosa, pero debemos aprender a utilizarla de manera responsable y equilibrada. La promoción de hábitos de vida saludables, que incluyan la práctica regular de actividad física y una alimentación balanceada, es fundamental para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.

 

 

Referencias:

 

Rojas, A., Herrera, M., y Placencia, M. (2022). El niño, la familia y la tecnología a propósito de la pandemia por SARS-COV-2. Archivos Venezolanos de Puericultura y Pediatría, Vol 84 (3): 97 – 103. Recuperado a partir de http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/revista_avpp/article/view/24678.

 

García Matamoros, W. F. (2019). Sedentarismo en niños y adolescentes: Factor de riesgo en aumento. RECIMUNDO, 3(1), 1602–1624. Recuperado a partir de https://doi.org/10.26820/recimundo/3.(1).enero.2019.1602-1624.

 

Campos, Y. & Garrido, I. Percepción sobre el abuso de pantallas y el Lenguaje comprensivo. Recuperado a partir de https://repositorio.uft.cl/server/api/core/bitstreams/a3e9278f-3d03-40b2-9a98-a6c52a86ae51/content.

 

Morgan, I. E., Rose, K. A., & Smith, W. P. (2012). The impact of screen time on the risk of myopia. Ophthalmology, 119(7), 1207-1212.

 

Fung FMP, Rojas MEJ, Delgado CLG. Impacto del tiempo de pantalla en la salud de niños y adolescentes. Revista Médica Sinergia. 2020;5(06):1-10.

 

León, N. (2022). TikTok y la salud mental de los jóvenes. Recuperado a partir de https://ddd.uab.cat/pub/tfg/2022/266550/TFG_Leon_Fernandez_Natalia.pdf