Cada 2 de abril, el mundo se une en la conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una fecha designada por las Naciones Unidas para visibilizar las necesidades, celebrar las fortalezas y promover la inclusión de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Este día no es solo una oportunidad para informar sobre el autismo, sino también para reflexionar sobre cómo construir una sociedad más comprensiva y respetuosa con la neurodiversidad.
De hecho, ese es el objetivo principal del Día Mundial del Autismo, el cual ha evolucionado con el tiempo. Inicialmente centrado en la concienciación, el enfoque se ha desplazado cada vez más hacia la aceptación y la inclusión. Concienciar es solo el primer paso; la verdadera transformación ocurre cuando comprendemos, respetamos y valoramos las diferencias neurológicas, creando entornos donde las personas con autismo puedan participar plenamente en la sociedad.
Abrazando la singularidad
Es crucial desmitificar las representaciones estereotipadas del autismo que a menudo se ven en los medios. El autismo no es una enfermedad que deba ser curada, sino una variación natural en la forma en que funciona el cerebro humano. Reducir a las personas con TEA a clichés limita nuestra comprensión de su individualidad y sus capacidades.
Celebrar la neurodiversidad significa reconocer y valorar las diferentes formas de pensar, aprender y experimentar el mundo. Las personas con autismo aportan perspectivas únicas y talentos valiosos a nuestras comunidades. Su pensamiento lógico, su atención al detalle, su perseverancia y su profunda pasión por ciertos temas son solo algunas de las fortalezas que enriquecen nuestra sociedad.
Comunicación clara y directa
Muchas personas con autismo se benefician de una comunicación explícita y sin ambigüedades. Evita el sarcasmo, las metáforas complejas o el lenguaje figurado que puedan generar confusión. Sé directo y utiliza un lenguaje sencillo.
Emplear un lenguaje literal y explícito es la mejor opción para evitar las confusiones, y sin que nadie se preocupe por leer entre líneas. Cuando existe una comunicación clara, las personas autistas se sentirán más cómodas y seguras, además de ser una manera de demostrar respeto y consideración, al considerar las diferencias en la comunicación.
Paciencia y tiempo para procesar
Ningún individuo es idéntico a otro. Todos tenemos nuestros tiempos para procesar información y realizar ciertas tareas. Igual ocurre con las personas con autismo, y es que ellos perciben el mundo de una manera diferente, por eso, cuando le des una información, dale el tiempo que requieran para procesar lo que has dicho, y comprender cualquier duda, información o instrucción.
El procesamiento de la información puede llevar más tiempo para algunas personas con TEA. Permíteles el tiempo necesario para responder y evita interrumpirles. Un silencio no siempre significa falta de comprensión o interés.
Respeto por las sensibilidades sensoriales
Algunas personas con autismo pueden ser hipersensibles o hiposensibles a estímulos sensoriales como luces brillantes, ruidos fuertes, texturas y colores. Sé consciente de esto y trata de minimizar los estímulos que puedan resultar abrumadores. Pregunta qué les hace sentir cómodos y haz lo posible por crear un entorno más agradable para ellos.
Rutinas y previsibilidad
Las rutinas y la previsibilidad pueden proporcionar seguridad y reducir la ansiedad en personas con TEA. De ahí la importancia en hacer el mayor esfuerzo por mantener la coherencia en todas las actividades, y avisar con antelación sobre cualquier cambio en los planes.
Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las personas autistas perciben el mundo de una manera diferente, y necesitan una estructura que les proporcione seguridad en un mundo que muchas veces puede ser un verdadero caos.
Validar sus emociones
Validar las emociones de las personas con autismo es fundamental para construir confianza, fomentar la conexión y apoyar su bienestar emocional. A menudo, las personas con autismo pueden experimentar y expresar emociones de maneras que difieren de las normas neurotípicas, lo que puede llevar a malentendidos y a la invalidación de sus sentimientos.
Es importante reconocer que las personas con autismo experimentan emociones tan intensamente como cualquier otra persona, aunque su forma de expresarlas pueda ser diferente. Valida sus sentimientos y bríndales apoyo cuando lo necesiten.
Fomentar la autonomía
Fomentar la autonomía en las personas con autismo es de una importancia trascendental para su desarrollo, bienestar y calidad de vida. Capacitarlas para que sean lo más independientes posible les brinda dignidad, confianza y la oportunidad de participar plenamente en la sociedad.
Por ello, es muy positivo reconocer y respetar la individualidad y las capacidades de cada persona con autismo. Permíteles tomar decisiones y participar de manera activa en la medida de sus posibilidades.
Abogar por la inclusión
La verdadera inclusión va más allá de la mera presencia. Significa crear entornos accesibles, comprensivos y acogedores donde las personas con autismo se sientan valoradas, respetadas y puedan participar plenamente en la educación, el empleo, la vida social y la comunidad en general.
El Día Mundial del Autismo es un recordatorio de la riqueza que la neurodiversidad aporta a nuestro mundo. Al informarnos, reflexionar sobre nuestras actitudes y adaptar nuestras interacciones, podemos construir una sociedad más justa e inclusiva donde todas las personas, independientemente de su neurotipo, tengan la oportunidad de florecer y alcanzar su máximo potencial. La verdadera celebración del autismo reside en la aceptación, la comprensión y el respeto que demostramos cada día.