El deporte es una herramienta poderosa para el desarrollo físico, mental y social de los niños. A través de la actividad física, aprenden sobre el trabajo en equipo, la disciplina, la perseverancia y disfrutan de los beneficios de un cuerpo sano. Sin embargo, la participación deportiva también conlleva un riesgo inherente de lesiones, y esto es algo para lo que todos debemos estar preparados. Como padres, entrenadores y cuidadores, es nuestra responsabilidad tomar medidas proactivas para minimizar estos riesgos y asegurar que nuestros jóvenes atletas puedan disfrutar del deporte de manera segura y sostenible, y recibir todos los beneficios que el deporte proporciona.

1. Fomentar el calentamiento y estiramiento adecuados

Imagina un motor frío que se pone en marcha a máxima velocidad. Es probable que sufra algún tipo de daño. Lo mismo ocurre con el cuerpo de un niño antes de la actividad física. Y la Dra. Elizabeth Napolitano hace referencia a la importancia de un calentamiento y estiramiento adecuado, que se encarga de preparar gradualmente los músculos, tendones y ligamentos para el esfuerzo que van a realizar.

Bishop et al. (2001), afirman que el calentamiento aumenta el flujo sanguíneo, la temperatura muscular y la flexibilidad, reduciendo significativamente el riesgo de tirones, esguinces y otras lesiones.

Un buen calentamiento debe incluir una fase aeróbica ligera, como trotar suavemente o saltar a la cuerda durante 5-10 minutos, seguida de estiramientos dinámicos. Los estiramientos dinámicos son movimientos activos que imitan los movimientos del deporte en sí, como círculos de brazos, elevaciones de rodillas y balanceos de piernas.

De igual manera, es importante el estiramiento y el proceso de enfriamiento después de la actividad deportiva. Esto ayuda al cuerpo a volver a su estado de reposo de manera gradual, previniendo la rigidez muscular y el dolor. Un enfriamiento debe incluir una fase aeróbica suave de menor intensidad y estiramientos estáticos, donde cada estiramiento se mantiene durante 20-30 segundos. Enseñar a los niños la importancia del calentamiento y el enfriamiento desde temprana edad establece hábitos saludables para toda la vida.

2. Priorizar la técnica correcta y la supervisión profesional

Una técnica deficiente es una causa común de lesiones deportivas en niños. Knudson (2007), indica que los movimientos incorrectos pueden ejercer estrés indebido en ciertas articulaciones y músculos, aumentando el riesgo de sobrecarga y lesiones agudas. Es fundamental que los niños aprendan la técnica adecuada para el deporte que practican bajo la guía de entrenadores calificados.

Los entrenadores deben estar capacitados no solo en los aspectos técnicos del deporte, sino también en el desarrollo físico de los niños y las consideraciones de seguridad específicas para su edad. Deben supervisar de cerca a los jóvenes atletas durante los entrenamientos y las competencias, corrigiendo errores técnicos y asegurándose de que se sigan las pautas de seguridad.

Los padres también juegan un papel importante al asegurarse de que sus hijos estén inscritos en programas deportivos con entrenadores experimentados y alentar a sus hijos a escuchar y seguir las instrucciones de sus entrenadores. No se trata solo de ganar, sino de aprender a moverse de manera segura y eficiente.

3. Asegurar un equipamiento adecuado y seguro

El uso de un equipamiento deportivo adecuado y en buen estado es esencial para prevenir lesiones. Esto incluye el calzado correcto para el deporte, protectores bucales, cascos, rodilleras, coderas y cualquier otro equipo de protección específico para la actividad.

Es importante asegurarse de que el equipo se ajuste correctamente al tamaño y la forma del cuerpo del niño. Un equipo demasiado grande o demasiado pequeño puede ser ineficaz e incluso aumentar el riesgo de lesiones. Los padres deben revisar regularmente el equipo de sus hijos para asegurarse de que esté en buenas condiciones y reemplazar cualquier elemento desgastado o dañado.

4. Promover la variedad deportiva y evitar la especialización temprana excesiva

Si bien la pasión por un deporte específico es admirable, pero DiFiori et al. (2014) indica que la especialización temprana excesiva puede aumentar el riesgo de lesiones por sobreuso en niños, debido al posible desarrollo desigual en la fuerza, flexibilidad y coordinación. Participar en una variedad de deportes permite que diferentes grupos musculares se desarrollen y descansen, reduciendo el estrés repetitivo en una sola área del cuerpo.

Los niños que practican una variedad de deportes tienden a tener una mejor coordinación, equilibrio y agilidad general. Es importante permitir que los niños exploren diferentes deportes y descubran sus intereses sin presiones para especializarse demasiado pronto. La diversión y el disfrute deben ser las principales motivaciones en las primeras etapas del desarrollo deportivo.

5. Escuchar al cuerpo y fomentar la comunicación abierta

Los niños a menudo son reacios a quejarse de dolor o molestias por temor a ser excluidos de la actividad deportiva. Es crucial enseñarles la importancia de escuchar a su cuerpo y comunicar cualquier dolor o molestia a sus padres, entrenadores o responsables.

Los padres y entrenadores deben estar atentos a las señales de sobreentrenamiento o lesiones incipientes, como fatiga persistente, disminución del rendimiento, cambios de humor o dolor recurrente. No se debe alentar a los niños a aguantar el dolor, ya que esto puede empeorar una lesión menor y convertirla en un problema más grave.

Fomentar una comunicación abierta y de confianza donde los niños se sientan seguros para expresar sus preocupaciones sobre su bienestar físico es fundamental para la prevención de lesiones. Un descanso adecuado, una nutrición equilibrada e hidratación suficiente también son componentes esenciales para la recuperación y la prevención de lesiones.

 

En conclusión, la prevención de lesiones deportivas en niños requiere un enfoque integral que involucre a padres, entrenadores, atletas jóvenes y organizaciones deportivas. Al priorizar el calentamiento y el estiramiento adecuados, la técnica correcta, el equipamiento seguro, la variedad deportiva y la comunicación abierta, podemos crear un entorno deportivo más seguro y saludable para nuestros pequeños atletas, permitiéndoles disfrutar de los numerosos beneficios del deporte sin los riesgos innecesarios de las lesiones.

 

Fuentes:

  • Bishop, G., Jones, A. M., Woods, B., Kay, J., & Lamb, K. L. (2001). Effect of high-intensity warm-up on metabolism during intense exercise. British Journal of Sports Medicine, 35(3), 197-201.
  • DiFiori, J. P., Benjamin, H. J., Brenner, J. S., Gregory, A., Jayanthi, N. A., Landry, G. L., & Luke, A. (2014). Overuse injuries and burnout in youth sports: a position statement from the American Medical Society for Sports Medicine. Clinical Journal of Sport Medicine, 24(1), 3-20.
  • Knudson, D. (2007). Fundamentals of biomechanics. Springer Science & Business Media.